Los cartuchos reciclados son aquellos que, partiendo de un original y tras diversos procesos de limpieza y revisión, se rellenan de tinta y se ponen de nuevo en el mercado.

A menudo son también llamados remanufacturados, huyendo del término reciclado que, para algunos consumidores, es sinónimo de mala calidad. Los problemas de calidad realmente existen, pero depende mucho del fabricante. Un fabricante con un buen control de calidad puede poner en el mercado este tipo de cartuchos en condiciones similares a los del cartucho original, quitando residuos difíciles de tratar del medio ambiente.

Yo he visto fabricantes con un ratio de devoluciones superior al 15%, lo cual es inadmisible, y otros con un ratio similar a los originales. Actualmente, trabajamos con unos cartuchos reciclados con un ratio inferior al 3%. Por eso podemos asegurar la calidad de nuestros cartuchos reciclados.

Cómo identificar un cartucho reciclado: básicamente tienen el logo del fabricante original o bien este ha sido borrado y se ven los restos de ese borrado. A veces el fabricante lo pone directamente en el cartucho, como se puede ver en la foto anterior. Normalmente son reciclados los cartuchos de tinta en impresoras de sólo dos cartuchos, los de 4 o más cartuchos suelen ser compatibles.

Todo lo dicho hasta ahora es básicamente para cartuchos de tinta. En los cartuchos tóner, el reciclado es un riesgo para la salud pues el fino polvo del tóner es tóxico y, mientras la tinta es tóxica por ingestión, los cartuchos de tóner son tóxicos por inhalación. No es muy recomendable utilizarlos y sí usar usar los compatibles. Nosotros sólo vendemos cartuchos de tóner compatibles.

Luego están los cartuchos rellenados, tanto en tinta como en tóner. La calidad en este caso baja muchísimo y especialmente, en el tóner hay problemas con la cantidad de polvo que emite al aire.

El precio de un cartucho reciclado suele estar por el 50% del coste del cartucho original y sólo se suelen fabricar en tamaño XL. Otro problema añadido de este tipo de cartuchos es que se secan más rápido que los cartuchos originales (los de tinta solamente), ya que el fabricante en el proceso de reciclado utiliza tinta sin lubricante como usa el fabricante del original; como promedio un cartucho reciclado se seca en unos 2 o 3 meses sin usarse y uno original suele secarse entre 5 o 6 meses de estar sin uso.

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